El minimalismo escandinavo, con su simplicidad, luminosidad y practicidad se ha ganado muchos de nuestros corazones. Resulta atemporal, alegre y es especialmente favorecedor a la hora de decorar pisos de reducidas dimensiones.

Sin embargo, a veces puede llegar a cansar su excesiva desnudez o, simplemente, puede llegar a aburrirnos por tenerlo ya demasiado visto.

Tenemos la solución: Si no quieres renunciar a la simplicidad de líneas y los ambientes relajantes del estilo escandinavo pero te gustaría darle «una vuelta» que lo actualice, pásate a Japandi.

El Japandi suma con inteligencia las bondades de este estilo nórdico (Scandi) que ya amamos con el minimalismo japonés, con el que comparte una misma filosofía: líneas puras y sencillas, materiales naturales y de gran calidad, evitar las decoraciones superfluas… pero sobre el que introduce algunas novedades.

Por ejemplo, el Japandi permite una mayor riqueza cromática, propone una variedad de texturas o integra la imperfección del Wabi-sabi.